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Si
damos un paseo por los Sotos observaremos que la vegetación es muy
distinta de cualquier otra zona, y que tiene unas característica
que la diferencian con claridad.
- Los árboles alcanzan una mayor altura buscando la luz. Son de hoja
caduca, puesto que al estar cercanos al agua, no sufren la terrible escasez
que padecen otras especies, como la encina, de hoja perenne, durante el
verano andaluz. Se adaptan fácilmente según la cantidad de
humedad que tenga el suelo, dependiendo de la distancia a la que se encuentre
del cauce. Estas condiciones determinan bandas o zonas de vegetación
según la distancia al río.
- La primera zona que nos encontramos está constituida por la vegetación
acuática que viven sumergidas y enraizadas a los bordes de las orillas
o en las zonas poco profundas. Un ejemplo de ello es la
lenteja de agua (Lemna minor).
- La segunda zona que nos encontramos son los cañaverales. Son plantas
en general, rizomatosas, parcialmente sumergidas. Se fijan al suelo y protege
las orillas de la erosión provocada por la corriente del agua: Enea
(Typha dominguensis), Carrizos (Phragmites
australis) y cañas (Arundo donax)
- Otra zona que hemos de destacar es la formada por plantas herbáceas
de pequeño tamaño que encontramos en el borde del río:
Junco (Juncus holoschoenus),
lirio amarillo (Iris pseudacorus) y menta
de agua (Mentha aquatica).
- Entre los arbustos que recorren la ribera, hemos de destacar que, a veces,
por su porte, llegan a confundirse con árboles, aunque nunca llegan
a superar los 5 metros de altura: Taraje
(Tamarix africana), adelfa (Nerium oleander),
sauzgatillo (Vitex agnus-castus), y zarza
(Rubus ulmifolius).
- Y llegando al final de nuestro recorrido por las plantas de ribera no
podemos olvidarnos de la típica arboleda de los sotos, en la que
existen especies de álamo blanco
(Populus alba), que se agrupa formando pequeños bosquecillos que
dan cobijo a miles de garcillas bueyeras de los Sotos de la Albolafia. El
eucalipto (Eucalyptus Sp.), también
es una de las especies típicas que nos encontramos cerca de los ríos
, la higuera (Ficus carica), como especie
rupícola, el olmo (Ulmus sp.),
el sauce (Salís alba), característico
por la caída que tienen sus hojas; la morera
negra (Morus nigra), cuyo fruto es comestible, el fresno
(Fraxinus angustifolia) y otras muchas especies más que podríamos
descubrir al dar un paseo caminando a orillas del Guadalquivir.