- Dada
la alteración sufrida por la zona (talas, incendios, carboneo, pastoreo
abusivo y presión urbanística), el encontrar un recinto con
un cierto grado de protección donde la entrada está regulada,
permite hallar algunos elementos botánicos que, aunque comunes, van
siendo cada vez más raros en los alrededores de la ciudad. Aunque
podemos observar algunas especies características de bosque mediterráneo
como: pinos piñoneros (Pinus pinea)
y encinas (Quercus ilex), diversas especies
de jaras como la jara pringosa (Cystus
ladanifer) cuyo nombre le viene porque cuando son jóvenes están
muy impregnadas de una sustancia pegajosa que le da un aspecto brillante
y se adhiere fácilmente a las manos. Sus flores son muy grandes,
con tres sépalos y cinco pétalos de color blanco, con una
mancha purpúrea en la base. El fruto es una cápsula globosa
con 7-10 compartimentos que se abren en la madurez en otras tantas valvas.
- Y otras especies silvestres como la flor del falso azafrán (Colchicum autumnale): es una planta tóxica que brota de un tuberobulbo subterráneo, florece antes de que se desarrollen las hojas, que miden 15 cm de largo y rodean al fruto, una cápsula verde, a nivel del suelo. Las flores son de color rosa, con 6 tépalos soldados, formando un largo tubo, con 6 estambres. Por su potente veneno y su presencia en los prados también recibe el nombre de "despachapastores".
